El colombiano debe aprender a tomar buen café



"El colombiano debe aprender a tomar buen café. Los modelos comerciales que ha tenido el café en el país han forzado a que las malas calidades se queden en el país y los buenos cafés sean los que se exporten. El gremio de la Federación de Cafeteros ha hecho un gran trabajo para proteger el nombre de nuestro café en el mundo. Por consiguiente, el café que no cumpla con unas características mínimas de calidad y que ellos evalúen y no pasen esos filtros de calidad, son cafés que deben quedarse dentro del país. Por lo tanto, los cafés que nos hemos acostumbrado a tomar son de baja calidad. Los llamamos ‘café taza sucia’: que quitan la fatiga, el sueño. Pero nunca le hemos contado al consumidor que el café exportado es muy diferente al que tomamos de los supermercados. El que se exporta tiene notas dulces, notas ácidas, no tiene esa amargura o astringencia de los cafés que se quedan en Colombia. Si el colombiano quiere aprender a tomar café, debemos educar al consumidor. Desmitificar los efectos negativos del café en la salud es una excelente estrategia. Enseñar al colombiano a preparar el café, va a ayudar a que se aumente el consumo. No ha habido ninguna tarea donde le digamos al consumidor: ‘venga le presentamos a qué sabe un café de lujo’. Nosotros tenemos un objetivo: multiplicar la cultura del café especial".


Juan Pablo Villota, director de Café San Alberto

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